miércoles, 19 de octubre de 2016

Alternativas para nuestro estrés



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Todos conocemos por experiencia propia el estrés, y más aun viviendo en una de las ciudades con más cantidad de habitantes en el mundo. Nuestras actividades diarias, ya sea la escuela, nuestro trabajo o el simple traslado de un lado a otro en esta ciudad, nos puede generar malestares que referimos como “estrés”. 
 


Resultado de imagen para estres en la ciudadLa palabra estrés deriva del griego “Estrigeree” que significa provocar tensión. Precisamente este es el significado que damos al sentir síntomas físicos como dolor de espalda, tensión en hombros, tensión en cuello, dolor de cabeza, dificultad para conciliar el sueño, sensación de falta de aire, entre otros.
 
Estos síntomas pueden generarnos problemas más graves, tanto emocional como físicamente. Podemos enfermar de colitis, enfermedades cardiovasculares, trastornos de ansiedad. Al igual, nuestras relaciones interpersonales pueden verse afectadas con actitudes de irritabilidad, agobio, inseguridad, por mencionar algunas.

Por todo lo anterior, y porque resulta un tanto difícil cambiar las condiciones en las que realizamos nuestras actividades (llámese ruido excesivo, horarios de trabajo o escuela extensos, tráfico, calles oscuras, aglomeraciones, etc.), en esta ocasión les presentamos algunas alternativas que podemos llevar a cabo cada uno de nosotros para tratar de disminuir, en la medida de lo posible, los malestares de lo que llamamos “estrés”.

Resultado de imagen para tomando cafeEn primer lugar te sugerimos que logres identificar como es que estás sintiendo el estrés, por ejemplo, pesadez en los hombros, dolor de espalda, dolor de cabeza. Antes de tomar algún medicamento para este tipo de dolor (si es que no es muy apremiante y cuentas con las condiciones), te recomendamos, paciencia y ahora, buscar un lugar tranquilo (el hogar es el lugar por excelencia), puede ser un café, una biblioteca, incluso tomar una cerveza en un bar tranquilo. Esto es, evitar o alejarse del factor estresante.                                                      


Resultado de imagen para conversandoMuchas veces compartir nuestro sentir, con claridad, nos brinda apoyo (en lugar de conflicto) con las personas cercanas. Es decir, en el trabajo o escuela nos entenderán mejor e incluso nos apoyarán si podemos decir “me siento con mucha tensión…estoy estresad@”. Probablemente recibamos alguna palabra de aliento, acompañamiento o una alternativa para mejorar. 

Es importante también identificar cuáles son los factores estresantes para modificar la forma que nos enfrentamos a ellos. Por ejemplo, “estresarme todos los días por la ruta que hago de mi casa a la escuela porque voy con prisa y siempre hay mucha gente”, en este caso podríamos buscar nuevas rutas, o quizá intentar salir quince minutos antes y ver cómo nos sentimos entonces. 

En otro ejemplo, si me estresa estar en una clase de cinco horas seguidas, puedes tomarte cinco minutos para salir a tomar aire o caminar. Recuerda, es más importante tu salud que cualquier exigencia del medio que te provoque ese malestar. 

Es importante darnos tiempo placentero, cualquier recomendación de este tipo no puede ser generalizada. Es decir, para algunos hacer ejercicio les resulte desestresante, placentero, pero para otros, la consigna puede sonar como un “tener que” hacer ejercicio, y en este caso, la actividad se torna forzada en lugar de espontánea, y esto puede resultar con un objetivo contrario de disminuir la tensión. 

Por lo tanto, te sugerimos que “te tomes tu tiempo”. Busca la oportunidad de hacer algo que te guste; ir a un museo, salir a bailar, cocinar, caminar, ir por un café, platicar con un amigo, practicar un deporte, visitar otra ciudad, ir a un concierto, pintar, ver películas en casa, tomar un baño prolongado, arreglarse el cabello, cantar, jugar vídeo juegos, leer, estar en familia, en pareja, y otras muchísimas pequeñas actividades que podemos hacer para cada uno de nosotros. 
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Sabemos que muchas veces nos encontramos un poco fatigados o cansados y “no tener ganas de nada más”, y claro, descansar es la mejor opción. Sin embargo, te invitamos a realizar alguna actividad que te haga sentir un momento placentero. Toma tu tiempo.

Si los malestares físicos o emocionales van más allá de unos diez días, es importante atenderte y acudir a un especialista.

Y mantenemos, es más importante tu salud que cualquier exigencia del medio que te provoque ese malestar físico o emocional.

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Con ánimo y gratitud, te invitamos a tomar tu momento de placer.

miércoles, 12 de octubre de 2016

PASOS PARA FRACASAR EN LA ELABORACIÓN DE TAREAS

Este Blog es pensado para los jóvenes que estudian el nivel medio superior y superior, ya que ellos se encuentran en un periodo en el que la “tarea” y el estudio son responsabilidad directa de los mismos.


Es cierto que el estudio es un hábito que se forma a partir de interés por algún tema específico; sin embargo, no podemos dejar a un lado que al menos en una ocasión los temas nos llaman la atención pero nos complicamos la “existencia” al momento de estudiar.

Ahora bien, imaginemos qué pasa cuando “tenemos” que hacer algo que no nos gusta; no se encuentra motivación alguna, pero lo que llega a ejercer presión es la responsabilidad de realizar la “Tarea” ya que si no trae consecuencias de acuerdo a la calificación que la tarea represente.

En este Blog no describiremos alguna técnica de estudio, ya que antes es interesante observar qué es lo que ocurre en ese momento.



Lo que sí describiremos es la forma en que las personas “estudian”; entonces comencemos con los tip´s para que no consigas realizar la tarea y mucho menos estudiar para un examen o trabajo a entregar:

1. Injusticia. Si el profesor te dejó un trabajo que no te gusta.  Pensar en que lo que te dejó no es justo, no te va a llevar a aprender algo sobre el tema. Éste tip te llevará a estar pensando “todo el día” que lo que te pasa no es justo y con seguridad no realizarás la tarea o trabajo que el profesor te dejó (aunque le hayas dedicado mucho tiempo).


2.  Estudiar solamente leyendo lo que te dejaron. Teniendo otras opciones como: ver un video, leer una revista, hacer una encuesta, preguntarle a una persona que sepa acerca del tema… en fin, si tienes otras formas que te ayudan a reflexionar sobre algún tema y optas por solamente leer lo que te dejaron (ya sean copias, un libro o artículo) tu forma de aprendizaje dependerá siempre de lo que te den a leer.
 
3.  Postergar. Si nos dejan una temática que creemos dominamos o que simplemente es ”muy fácil tendemos a confiarnos y postergar realizarlo; lo que nos lleva al clásico: “todo hasta el último momento”.




 4. Redes sociales. Las redes sociales pueden servir para beneficio del aprendizaje, pero en la  mayoría de los casos son un gran distractor ya que el abrir Facebook, twitter o instagram lleva al siguiente paso que es contestar mensajes, observar cuáles son las últimas publicaciones e incluso comentar o subir contenido que tiene que ver más con la convivencia con las personas.



5. Buscar un lugar  de constante distracción. Ya sea al frente de la sala donde esta el televisor encendido, en el comedor donde la familia se pone a platicar u otro espacio que tenga distracciones, o importante de este punto no es el espacio en sí, sino que existan en él fuertes distractores que nos lleven a poner atención en cosas que no tienen nada que ver con nuestra tarea.




Si tu decisión es realizar uno de los puntos anteriores es probable que no consigas realizar la actividad o estudio que quieres; más aún si decides realizar todos los puntos aunque no sea en el mismo orden, se puede asegurar un total fracaso del trabajo.

Al final de cuentas es decisión de cada estudiante realizar o no, la tarea, sin embargo, si se ha optado por la primera opción lo más conveniente es evitar los tip’s anteriores; además de prestar atención a qué es lo que estamos haciendo y qué es lo que no permite continuar con la tarea.

Después de identificar las “trabas” que uno se pone las consignas aunque se oigan muy simples y que no son para cualquier persona en realidad (ya que requiere de cierta consciencia de los actos) es:

“Observa, sino te funciona deséchalo e intenta algo diferente, si te sirve síguelo haciendo” y “Haz más de lo que te funciona”.


No olvides comentar si hay otros puntos que en lo personal te llevan a fracasar en el estudio o elaboración de trabajos, así como las ideas que te hayan surgido a partir de leér este blog. 

sábado, 8 de octubre de 2016

Buentrato

Al buentrato lo entendemos como la ausencia de su opuesto, es decir, la ausencia de acciones o situaciones maltratantes. Es perfectamente perceptible e identificable en nuestra cotidianidad aunque definirlo es un tanto complicado. Pacto por el buentrato hace un esfuerzo por definirlo de la siguiente manera:
 El buentrato se define en las relaciones con otro (y/o con el entorno) y se refiere a las interacciones (con ese otro y/o con ese entorno) que promueven un sentimiento mutuo de reconocimiento y valoración. Son formas de relación que generan satisfacción y bienestar entre quienes interactúan. Este tipo de relación además, es una base que favorece el crecimiento y el desarrollo personal. Las relaciones de buentrato parten de la capacidad de reconocer que “existe un YO y también que existe un OTRO, ambos con necesidades diferentes que se tienen en cuenta y se respetan.

Estas organizaciones proponen que el buentrato está compuesto por los siguientes elementos:


  •  Reconocimiento: Punto de partida para el buentrato. Se trata de la capacidad de “darse cuenta” de que, tanto como uno, el otro existe y tiene características, intereses, necesidades y formas de expresión tan importantes como las nuestras. Es la esencia del RESPETO y se empieza a construir desde el primer momento de la vida a través del propio reconocimiento que se da como consecuencia de un adecuado Vínculo Afectivo. 
  • Empatía: Capacidad de darse cuenta, entender y comprender qué siente, cómo piensa y por qué actúa como lo hace el otro con quien nos relacionamos. Sólo es posible desarrollarla si hemos RECONOCIDO al otro. 
  •  Comunicación efectiva: Es diálogo. Está constituido por mensajes que intercambiamos con el otro con alguna finalidad. Sólo si se basa en los dos elementos anteriores (reconocimiento y empatía) es un verdadero diálogo y para serlo precisa de dos capacidades fundamentales: saber expresarse con seguridad y saber escuchar sin juzgar. 
  •  Interacción igualitaria: Es el contexto ideal para la existencia del diálogo. Se basa, también, en el reconocimiento y la empatía y expresa la comprensión y uso adecuado de las jerarquías y el poder en las relaciones humanas. Las jerarquías (posiciones de autoridad) y el manejo diferenciado de poder (capacidad de influir en la vida de otros) que surge de ellas, existen para facilitar la convivencia y asegurar las condiciones básicas para la vida; de ninguna manera justifican diferencias en cuanto a la valoración de las personas. Por ejemplo, las personas adultas, generalmente, tienen una posición de autoridad frente a los niños, niñas y adolescentes, sea en la familia, en la escuela u otros ámbitos. Esto no quiere decir que los adultos sean más importantes que los niños, niñas o adolescentes; sino que las y los adultos, por su mayor experiencia de vida, tienen la responsabilidad de orientar a los y las personas menores de edad y velar porque se respeten las condiciones de seguridad y bienestar para ellos y ellas. Además, tienen la obligación de utilizar el poder que la posición de autoridad les da, para representar adecuadamente, los intereses y necesidades de los niños, niñas y adolescentes, en todas las decisiones que se tomen. 
  •  Negociación: Es la capacidad de resolver conflictos en forma que todas las partes queden satisfechas. Cuando negociamos, no hay vencedores ni vencidos. Los conflictos en la convivencia son inevitables, precisamente porque somos diferentes. Si reconocemos que las características, intereses, necesidades y puntos de vista de todos y todas son igualmente importantes, no hay otra forma de resolver las discrepancias que negociando. 
El buentrato pues, se cultiva en la relación cotidiana, no es algo que se aprende en un libro o que se pueda explicar en una clase. Sin embargo, es importante conocer que hay elementos de este enfoque que contribuyen a relacionarnos mejor, así como contribuyen a reflexionar sobre nuestras formas de relación actuales. Se recomienda que la reflexión y la experiencia práctica respecto al buentrato, se den desde el inicio de la vida, para que sus capacidades componentes puedan ir desarrollándose poco a poco, no obstante, nunca se es demasiado viejo o vieja para reflexionar sobre la forma en que nos relacionamos. Las niñas, niños y jóvenes se encuentran en un perfecto momento para asimilar otras formas de relacionarse y de vincularse con las y los demás, con su entorno y, sobre todo, con su persona.