¿Qué entiendes cuando dicen ‘racismo’?
El racismo es la discriminación
hacia una persona o grupo de persona que colocamos arbitrariamente en una
“categoría inferior”.
En México, el tema de racismo ha
sido invisibilizado, siendo que existe un alto porcentaje de discriminación
hacia ciertos grupos o personas. Existe discriminación al modo de hablar, de
vestirse, del color de piel o incluso al modo de pensar.
En los trabajos, las estadísticas
demuestran que, en las mujeres con más frecuencia, son contratadas quienes
cumplen con el estereotipo europeo de belleza, es decir, las oportunidades
laborales dependen en gran medida de la apariencia a una ‘mejor raza’.
La Jornada publica estadísticas de la CONAPRED (Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación), las cuales reflejan que el 23% de los
habitantes del país no estarían dispuestos a vivir con alguien de otra raza o
con una cultura distinta.
De igual
forma, 55 por ciento de los y las mexicanas admiten que en el país se insulta a
los demás por su color de piel, pero de ese total, 11 por ciento justifican que
así sea o están de acuerdo con que los indígenas son pobres porque no trabajan
lo suficiente.
En el mismo
artículo de La Jornada exponen otro estudio realizado por los investigadores
estadunidenses Gillette Hall y Harry Patrinos, sobre pobreza y desarrollo en
pueblos originarios de América Latina, el cual arrojó que un indígena en México
con licenciatura ganaba en 1995 poco más de 3 mil pesos mensuales de sueldo,
mientras que un no indígena con el mismo nivel de estudios ganaba más de 6 mil
500.
Estas y
otras estadísticas exponen el nivel de racismo que existe en México. Sumado a
estos casos, se pueden citar otros ejemplos donde funcionarios públicos se han
expresado de manera racista de la población que representa. Un ejemplo de esto,
citado en el libro “México Racista, una denuncia” de Federico Navarrete, se
refiere a la publicación de Liliana Sevilla Rosas, directora del Instituo
Municipal de la mujer (Inmujer) de Tijuana, conocida en redes sociales como Lady
Europa o Lady Tijuana, quien compartió en su cuenta de Facebook una imagen con
la leyenda: “Que tal que lo mío está en Europa y yo aquí sufriendo con estos
indígenas”.
Estas
expresiones son gravísimas, y más aún en un funcionario público, siendo que
teóricamente son personas que deben representar los intereses de los
ciudadanos. Y así como estas hay muchas otras expresiones de racismo que han
sido normalizadas por falta de una educación intercultural y de políticas que
la apoyen.
Al respecto,
la CONAPRED señala que los agravios por racismo no se denuncian y aunque se
denunciaran, no existen mecanismos para castigarlos. De acuerdo con cifras de
este organismo, en cuatro años (2011-2014) sólo se han recibido 15 quejas por
discriminación racial.
Estas cifras
demuestran lo normalizado del racismo en nuestro país, y cabe preguntarnos
¿cuántos de nosotros no hemos ejercido discriminación con comentarios
descalificativos a otra persona por su color de piel, su modo de hablar, su
manera de vestir, etcétera?
Evidentemente
emitimos los comentarios desde nuestros prejuicios, desde nuestro imaginario de
que existe una raza superior, sin conocer y re-conocer las virtudes que tiene
la pluralidad de formas de pensar, de vestirse y de ser.
El problema
del racismo en México es una situación cultural que cambiará en la medida en
que cada uno de nosotros lo exhiba y lo ponga a discusión.
Desde aquí
extendemos la invitación para que seamos agentes que visibilicen cada acto de
racismo del que seamos testigos, y una revisión a nuestros propios prejuicios.
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