miércoles, 16 de noviembre de 2016

De los mexicanos y el racismo



¿Qué entiendes cuando dicen ‘racismo’? 

 
El racismo es la discriminación hacia una persona o grupo de persona que colocamos arbitrariamente en una “categoría inferior”.


En México, el tema de racismo ha sido invisibilizado, siendo que existe un alto porcentaje de discriminación hacia ciertos grupos o personas. Existe discriminación al modo de hablar, de vestirse, del color de piel o incluso al modo de pensar. 


Por ejemplo, el adjetivo ‘naco’ es un calificativo que es frecuentemente utilizado para desvalorizar la ‘categoría social’ de una persona. Al igual que las expresiones cotidianas como ‘hay que mejorar la raza’. 


En los trabajos, las estadísticas demuestran que, en las mujeres con más frecuencia, son contratadas quienes cumplen con el estereotipo europeo de belleza, es decir, las oportunidades laborales dependen en gran medida de la apariencia a una ‘mejor raza’. 


La Jornada publica estadísticas de la CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación), las cuales reflejan que el 23% de los habitantes del país no estarían dispuestos a vivir con alguien de otra raza o con una cultura distinta. 


De igual forma, 55 por ciento de los y las mexicanas admiten que en el país se insulta a los demás por su color de piel, pero de ese total, 11 por ciento justifican que así sea o están de acuerdo con que los indígenas son pobres porque no trabajan lo suficiente.


En el mismo artículo de La Jornada exponen otro estudio realizado por los investigadores estadunidenses Gillette Hall y Harry Patrinos, sobre pobreza y desarrollo en pueblos originarios de América Latina, el cual arrojó que un indígena en México con licenciatura ganaba en 1995 poco más de 3 mil pesos mensuales de sueldo, mientras que un no indígena con el mismo nivel de estudios ganaba más de 6 mil 500.


Estas y otras estadísticas exponen el nivel de racismo que existe en México. Sumado a estos casos, se pueden citar otros ejemplos donde funcionarios públicos se han expresado de manera racista de la población que representa. Un ejemplo de esto, citado en el libro “México Racista, una denuncia” de Federico Navarrete, se refiere a la publicación de Liliana Sevilla Rosas, directora del Instituo Municipal de la mujer (Inmujer) de Tijuana, conocida en redes sociales como Lady Europa o Lady Tijuana, quien compartió en su cuenta de Facebook una imagen con la leyenda: “Que tal que lo mío está en Europa y yo aquí sufriendo con estos indígenas”. 


Estas expresiones son gravísimas, y más aún en un funcionario público, siendo que teóricamente son personas que deben representar los intereses de los ciudadanos. Y así como estas hay muchas otras expresiones de racismo que han sido normalizadas por falta de una educación intercultural y de políticas que la apoyen. 


Al respecto, la CONAPRED señala que los agravios por racismo no se denuncian y aunque se denunciaran, no existen mecanismos para castigarlos. De acuerdo con cifras de este organismo, en cuatro años (2011-2014) sólo se han recibido 15 quejas por discriminación racial.


Estas cifras demuestran lo normalizado del racismo en nuestro país, y cabe preguntarnos ¿cuántos de nosotros no hemos ejercido discriminación con comentarios descalificativos a otra persona por su color de piel, su modo de hablar, su manera de vestir, etcétera?          

Evidentemente emitimos los comentarios desde nuestros prejuicios, desde nuestro imaginario de que existe una raza superior, sin conocer y re-conocer las virtudes que tiene la pluralidad de formas de pensar, de vestirse y de ser.


El problema del racismo en México es una situación cultural que cambiará en la medida en que cada uno de nosotros lo exhiba y lo ponga a discusión. 


Desde aquí extendemos la invitación para que seamos agentes que visibilicen cada acto de racismo del que seamos testigos, y una revisión a nuestros propios prejuicios. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario